Fuente: CatalunyaPress | Jueves, 11 de mayo de 2023
Muchas son las interrogantes que se plantean al Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), el partido político más antiguo alemán y, de Europa, acerca de que, si son hoy en día, un vehículo político de transformación de la sociedad germana. El SPD ha logrado liberarse de las fronteras de las políticas neoliberales llevadas a cabo por el ex Canciller G. Schroeder a principios del siglo XXI. Políticas y transformaciones que ubicaban a este partido con Schroeder a la cabeza, intentando ganar el “centro político” e implementando restricciones político-sociales y económicas que afectaron directamente al grueso de la población, en especial a las laborales y, de seguridad social, debilitando de manera sustancial a los poderosos sindicatos alemanes, es una pregunta, que muchos se hacen en la actualidad. En ese período de la gestión socialdemócrata de Schroeder, éste se alejó de sus postulados históricos, y más bien dio un giro a un social liberalismo tan bien personificado como la 3ra.vía y conceptualmente expresado por el intelectual británico, Anthony Giddens.
En la historia del SPD, los debates políticos e ideológicos en su interior han entregado bases sólidas para situar al partido con una nueva estrategia de mediano y largo plazo en el que hacer de la socialdemocracia alemana. Así fue, con el Programa de Bad Godesberg de finales de los años cincuenta (1959). En este congreso el SPD marco un giro político e ideológico abandonando el “legado” marxista que había “predominado” desde principios de la década de los veinte del siglo pasado para convertirse en un partido que abogará por una economía social de mercado. Luego, en el Congreso de Berlín, en 1989 con la caída del Muro de Berlín o Muro de la Vergüenza, el SPD inicia su camino hacia un nuevo escenario nacional y global, impregnado por la reunificación alemana, el debilitamiento de la ex Unión Soviética, la cual se desmembraría dos años después y, el inicio del proceso globalizador a nivel mundial.
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Acercándonos más al presente, luego de 16 años de gobiernos esencialmente conservadores de demócrata cristiano y social cristiano (CDU-CSU) con algunas administraciones en conjunto con el SPD bajo la égida de la ex Canciller A. Merkel, la pregunta pertinente es: ¿podrá el SPD, ser una real alternativa social y política en el escenario de un gobierno con los Liberales (FDP) y el partido ecologista, Los Verdes? Un elemento adicional que cruza la actualidad de la política europea y mundial es la guerra ruso-ucraniana que sitúa a los socialdemócratas alemanes como un partido que avala políticas armamentistas y bélicas al manifestar su apoyo irrestricto al gobierno ucraniano de Zelenzki, pese a su reticencia inicial. De este modo, el SPD se aleja de una de sus tradiciones más preciadas, su tradición pacifista expresada en muchos de sus programas y cambios políticos desde su fundación hasta la actualidad, salvo en el comienzo de la I Guerra Mundial, en dónde la mayoría de los parlamentarios socialdemócratas votaron los llamados créditos de guerra lo cual le permitió al Kaiser Guillermo II, entrar en este conflicto bélico.
Las reflexiones planteadas y, de seguro muchas otras más, tensionan al espectro político socialdemócrata alemán y, por cierto, tienen un correlato en la socialdemocracia europea principalmente. Con el objetivo de poder entregar elementos aclaratorios a estas interrogantes y, auscultar donde se situará el norte presente y futuro de esta relevante corriente política e ideológica, nos parece pertinente referirnos a dos planteamientos actuales en torno a estos ámbitos de interés. El primero, es un documento elaborado con fecha 20 de enero de este año por la Comisión de Política Internacional del SPD, titulado Respuestas socialdemócratas a un mundo en transformación, el segundo, es una entrevista a una diputada joven del SPD, ex presidenta de los jóvenes socialista del SPD de la ciudad de Berlín, más conocidos como los Jusos, Annika Klose, con el sugestivo título Contra el neoliberalismo y la extrema derecha: el lugar de la socialdemocracia, publicado por la revista Nueva Sociedad, en marzo 2023.
Los siguientes puntos de este documento nos parecen significativos:
1-. Tiene un diagnóstico adecuado de la situación política mundial. En el acápite Un mundo en transformación, da cuenta de la crisis climática en curso a nivel global; se explaya en la guerra en Europa (Rusia-Ucrania) y sus consecuencias, abarca el creciente aumento del populismo, la polarización social y las corrientes iliberales; destaca la revitalización de los regímenes autoritarios; así como el retroceso del multilateralismo; señala que las consecuencias de la pandemia COVID 19 tiene mucho que ver con las crecientes desigualdades económicas y sociales y, asume el agudo y complejo tema de las Migraciones que afecta a buena parte de los países europeos.
2-. El documento destaca, que, pese a la rivalidad entre EEUU y China, los tiempos de un orden unipolar o bipolar son parte del pasado, se tiene un mundo y un orden multipolar.
3-. La socialdemocracia debe fortalecer a Europa en todos los niveles posibles en esta coyuntura política por la cual atraviesa el continente y, en la perspectiva estratégica.
4-. Afianzar el Multilateralismo aparece como otras de las iniciativas importantes de este documento, pese a que tal como se expresa en la propuesta, la mitad de la población mundial vive bajo Estados no democráticos. Por cuanto, se señala que es imprescindible fortalecer la democracia y el Estado de derecho.
5-. Otro punto importante a resaltar de la propuesta socialdemócrata es, fortalecer las relaciones transatlánticas y, con el Sur global como socio de iguales derechos. Se propone, además, que Alemania asuma un liderazgo más activo en la Unión Europea y, en el concierto internacional.
¿CUÁLES ASPECTOS SON DISCUTIBLES Y, QUE SE APARTAN DE UN IDEARIO SUPUESTAMENTE SOCIALDEMÓCRATA?
La invasión militar de Rusia (febrero de 2022) a Ucrania, es, por cierto, desde todo punto de vista, condenable. El mundo occidental, las Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE) y demás instituciones financieras internacionales llamaron a parar este conflicto bélico y sancionaron a Rusia en todos estos escenarios globales. Alemania, siendo parte de la UE, sancionó este espíritu imperial ruso, estuvo de acuerdo en las sanciones económicas y financieras, durante un buen tiempo de este conflicto, rehuyó al envío de arsenal bélico, armas, tanques, aviones de combate etc. Sin embargo, llego un momento en donde el gobierno alemán, gobierno de coalición con el Partido de Los Verdes y, el Liberal (FDP) con su Canciller socialdemócrata, Olaf Scholz, cedió a la presión anti rusa, especialmente por parte de los EEUU y de la OTAN y, se involucró activamente con él envió de arsenal bélico a una de las partes, Ucrania.
Esta postura, la vemos explicitada en el documento en cuestión, en donde se argumenta que Alemania debe ser el socio fuerte de la OTAN, una OTAN que previo a la guerra ruso-ucraniana observaba un gran deterioro como institución. Quizás uno de los ámbitos de preocupación, es, cuando en el documento se señala de que “Alemania es en la actualidad uno de los principales apoyos de Ucrania, militar, política, económica, financiera y civilmente, y seguirá estando cerca de los ucranianos y ucranianas en el futuro”. Alemania por su oscura historia belicista se había abstenido de participar activamente en conflictos bélicos, más allá del envío de tropas en el contexto de la ONU. Hoy, con la decisión del SPD expresada en estos nuevos fundamentos de la política exterior socialdemócrata, realiza un giro copernicano de su política exterior en el ámbito de la política de defensa principalmente.
En la entrevista de la revista Nueva Sociedad (www.nuso.org, marzo 2023) a la ex presidenta de los Jusos de Berlín, y actual diputada en el parlamento alemán, Annika Klose y perteneciente el ala izquierda del SPD manifiesta su postura acerca del rol que debe asumir la socialdemocracia frente a los desafíos políticos sociales, económicos y tanto a nivel nacional como globales actúales. Cuáles, son los aspectos destacables que nos entrega A. Klose:
1-. La diputada da cuenta, de que están en un gobierno de coalición y que las perspectivas sobre la distribución de la riqueza, las leyes laborales para proteger a los trabajadores y trabajadoras o la propia forma que debe tener el Estado de Bienestar no son las mismas entre los partidos que integran la coalición. A diferencia de los socialdemócratas, los liberales tienen una agenda de corte más neoliberal.
2-. Señala, la diputada Klose, que se han dado pasos importantes en el convencimiento de que es el momento de detener la agenda neoliberal que dominó durante décadas los planteos asociados al trabajo y la política social. Argumenta que el SPD está trabajando fuertemente en el fortalecimiento de los consejos de trabajadores y trabajadoras dentro de las empresas.
3-. En su opinión, los socialdemócratas deben estar junto a los movimientos que luchan por el medio ambiente y contra el cambio climático, pero planteando también la cuestión de la justicia social global en esta materia.
4-. En el plano nacional como internacional, la diputada llama la atención acerca de cómo afrontar el tema del crecimiento de la extrema derecha y de cómo enfrentarla, señalando entre otros argumentos, de que el extremismo de derecha es una verdadera amenaza para las democracias, pero que socialismo democrático no tiene una estrategia efectiva para contrarrestarla.
UN PAR DE REFLEXIONES FINALES
Resultan valiosos, los argumentos vertidos sobre diversas materias del interés de esta reflexión tanto el documento de la Comisión de la Comisión de Política Internacional del SPD, como también la entrevista a la diputada Klose.
Existen en ambos, posturas interesantes sobre la situación internacional, el fortalecimiento de la UE más allá incluso de la guerra ruso-ucraniana que afecta fuertemente la economía de las naciones europeas, como también en el análisis del caso nacional. Nos parece sugerente, particularmente la posición de la diputada Klose de relevar la importancia de una política laboral, social, medio ambiental como una de política de género, que se desentiendan de la agenda neoliberal que ha sido la predominante en las últimas décadas en, Alemania y en el espectro europeo.
¿Qué falta o, bien podría ser un ámbito que supere las expectativas de lo que estamos analizando? Siendo trascendente el compromiso y apoyo del gobierno alemán a Ucrania y en condenar la agresión rusa, la socialdemocracia alemana, debería ser parte de una iniciativa de búsqueda de paz en este conflicto. Apostar por tener más bien un apoyo político, humanitario y, no el constante apoyo armamentista. Debería ser más cuestionadora de la carrera y el reflorecimiento de la industria bélica, la cual, en este conflicto, ha visto incrementar sus ganancias exponencialmente.
Al igual que otros períodos históricos por el cual ha transitado el SPD, y haciéndose eco del momento de actual, de incertidumbres bélicas, políticas, económicas, sociales y medioambientales, de asedio a la Democracia y a los gobiernos democráticos, del crecimiento de fuerzas políticas antidemocráticas como la ultraderecha que este mundo en transformación observa, la socialdemocracia alemana debería hacer un alto, y llevar a cabo un trascendente Congreso Ideológico y Programático. Un congreso de éstas características, tipo Bad Godesberg, de carácter estratégico, podría poner al SPD en tono a los profundos cambios tanto en el plano nacional e internacional. El reto histórico para los socialdemócratas alemanes es inmenso, ser realmente el vehículo político de profundas transformaciones o, bien conformarse con ser administradores de un modelo neoliberal en su más amplio espectro, el cual no ha entregado las respuestas para un nuevo orden mundial.